En la Nochebuena de 1995, el mejor amigo de Miguel Ángel Hernández asesinó a su hermana y se quitó la vida. Ocurrió en un pequeño caserío de la huerta de Murcia. Nadie supo nunca el porqué. La investigación se cerró y el crimen quedó en el olvido. Veinte años después, el escritor decide regresar a la huerta y reconstruir aquella noche trágica. Pero viajar en el tiempo es siempre alterar el pasado.