VARIOS AUTORES
Reputadas bombonerías, cerveceras en abadías y altísimos castillos son solo algunos de los motivos que hacen que el viajero sucumba tan fácilmente a Bélgica y Luxemburgo. Además, al explorar esta región, se retrocede indefectiblemente en el tiempo, a través del arte, la industria y los conflictos geopolíticos. Ahora bien, si hay algo que destaca por encima de todo son las sorpresas que aguardan en cada visita, desde las surrealistas fiestas de Carnaval a las excursiones en bicicleta para catar vinos por el valle del Mosela.